miércoles, 6 de octubre de 2010

La Justicia como cualidad humana


MATERIA: TEORIA DE LA EDUCACION
NOMBRE DEL ALUMNO: NORMA ANGELICA RIVERA AHUMADA

La justicia como cualidad humana
La argumentación hasta ahora, ha establecido que el buen estado debe ser equilibrado y cada persona debe de hacer su propio cometido[A1] ; mientras que de acuerdo con el principio de la división del trabajo, los buenos gobernantes serán aquellos más dotados estén por la naturaleza para serlo Sócrates sostiene que ahora la justicia de cada individuo es análogo a la justicia del Estado. El individuo es prudente por la razón, valiente poa su espíritu, temperante cuando su apetito (esto es sus deseos instintivos) y su espíritu se hallan bajo el control de la razón y es justo cundo cada una de sus facultades desempeñan su propio trabajo y no se entromete en las funciones de los demás.[A2] 
-por fin hemos llegado, aunque con no poco trabajo, a demostrar claramente que hay en la alma de hombre tres principios que responden a cada uno de los tres órdenes del estado. –en efecto. -¿no se nos aparecen como inexcusable que el particular sea imprudente? En una palabra, todo aquello que contribuye a la a la virtud se encuentra en el uno como el otro? -sin duda.- así diremos, mi querido Glaucón, que lo que hace justo al Estado hace justo al particular igualmente. -consecuencia necesaria. –No hemos olvidado que el Estado es justo cuando cada uno de los tres órdenes de que se compone hace exclusivamente aquello que es su deber, - No creo que lo hayamos olvidado. –Recordemos, pues que cada cual de nosotros será justo y cumplirá su deber cuando cada una de las partes de que él mismo se compone cumpla su labor propia. –Si, verdad es que deberemos recordarlo. -¿No incumbe a la razón del mando, puesto que en ella reside la prudencia, toda vez que  ejerce inspección sobre la totalidad del alma? ¿Y no corresponde a la cólera obedecer y secundarla? Si. ¿Y como podría mantenerse en perfecto acorde esas dos partes si no es mediante la mezcla de la música y de la gimnastica de que antes hablábamos, y cuyo efecto será, por una parte, nutrir y fortificar la razón con hermosos prospectos y con el estudio de las ciencias, y , por otra parte, adulciguar y aquietar con el hechizo del numero y de la armonía? No veo ningún otro medio. Estas dos partes del alma, así educadas e instruidas en su deber, regirán el apetito sensitivo, que ocupa la mayor parte de nuestra alma que es insaciable por naturaleza.
Tendrán cuidado de que después de haberse acrecentado y fortalecido ese apetito con el goce de los placeres del cuerpo[A3] , no exceda de los limites de su deber, ni pretendan atribuirse sobre el alma una autoridad que no le pertenece y que introducirá en el conjunto un extraño desorden sin duda en caso de ataque exterior, adoptaran las mejores medidas para la seguridad del alma del cuerpo. La razón deliberará la cólera, combatirá y secundaria por el valor ejecutara las órdenes de la razón. Perfectamente. El hombre merece pues, nombre de valeroso, cuando aquella parte de su alma el que la cólera reside sigue constantemente, atreves de los placeres y de los trabajos, las ordenes de la razón acerca de lo que es o no es  de temer. Si. Es prudente por esa pequeña parte de su alma que ejerce el mando y da órdenes, única que sabe lo que es útil a cada una de sus tres partes y a todas ellas a la vez cierto es eso ¿no es temperante por la amistad y armonía que reina entre la parte que manda y las que obedecen cuando estas dos estas están de acuerdo en que es la razón a quien corresponde mandar, y no le disputan la autoridad?  La templanza no pude tener más principio que ese, así en el estado como en el particular. Asimismo será justo por cuanto acabamos de decir. Indudablemente.
¿Hay algo, ahora que nos impida reconocer la justicia en el individuo es la misma que en le estado? No lo creo. Si todavía nos quedase alguna duda en ese respecto, haremos que desaparezca por unos absurdos que trae aparejados consigo. ¿Cuales? por ejemplo: si se tratase respecto de nuestro estado o del particular formado con arreglo a su modelo por la naturaleza y por la educación de examinar entre nosotros si ese hombre podría distraer un provecho suyo en deposito de oro o de plata,
¿Piensas que nadie le creía más capaz de una acción como esa, que aquellos no se parecen a él? No pienso tal cosa. ¿No será igualmente incapaz de saquear templos, de hurtar, de traicionar el estado o a sus amigos? Si ¿y de faltar en algún modo a sus juramentos y promesas? Sin duda el adulterio, la falta de respeto hacia los padre y de piedad hacia los dioses, serán otros tantos delitos de que se ara menos culpable que cualquier otro[A4] .
En efecto. Y la causa de todo ello ¿no es la subordinación establecida entre las partes de su alma, y la aplicación de cada una de ellas a cumplir sus deberes?
Mal podría ser otra. pero ¿conoces otra virtud, fuera de la justicia, que pueda formar hombres de ese carácter? En verdad que no vemos, pues, ahora, con toda claridad, lo que el principio no pasábamos de entre ver. Apenas pusimos mano al plan de nuestro estado, cuando alguna divinidad nos ha hecho tropezar con un modelo de la justicia verdad es.asi, mi querido Glaucón, cuando exigimos que el que hubiese nacido para ser zapatero, carpintero, o para ejercer cualquier otra arte, y si es bien su oficio y no se entremetiese en ninguna otra cosa trazábamos la imagen de la justicia.
Así hemos conseguido nuestro fin por ese medio. Evidentemente. La justicia, en efecto, se asemeja a lo que preinscribíamos nosotros en que no se detiene en los actos eternos del hombre[A5] , sino que regula lo interior del mismo, no permitiendo que ninguna parte de su alma haga otra cosa que aquello que le es propio, y prohibiéndoles que recíprocamente se usurpen sus respectivas funciones. Quiere que el hombre después de haber señalado debidamente  a cada cual las funciones que propiamente le incumben, después de haberse hecho dueño de si mismo, después de haber establecido orden y concordante esas tres partes, deber puesto entre ellas un acorde perfecto, como entre los tres tonos extremos de la armonía, la octava, navaja y la quinta, y entre los restantes tonos intermedios, si existen, después de ver ligado entre si todos los elementos de que está compuesto, de suerte que de su conjunto resulte un todo bien rígido y concertado, quiere digo que entonces comience a orar el hombre, ya se proponga a cumular riquezas, ya cuidarse de su propio cuerpo y acogerse a la vida privada, y a intervenir en los asuntos públicos; que en todas estas circunstancias de le hombre de acción justa y hermosa a toda acción que haga nacer y mantenga en el ese hermoso orden, y el hombre de prudencia a la ciencia que preside las acciones de esa naturaleza; y que por lo contrario llame acción injusta a la que destruya en el ese orden, e ignorancia a la opinión que preside semejantes acciones. Nada más cierto mí querido Sócrates que lo que dicen.
-Así no temeremos equivocarnos mucho que si aseguramos que hemos hallado que es un hombre justo, un Estado justo, y en que consiste la justicia. –Nada tendremos que temer. -¿Lo aseguramos, entonces? -¡Si, por Zeus! –Sea.
Réstanos ahora, me parece, examinar qué sea la injusticia. –Sin duda. -¿Es acaso otra cosa que una sedición entre las tres partes del alma, que se dirigen a aquello que no es de su incumbencia, usurpando ajeno oficio; una sublevación de una parte contra todo por abrogarse un autoridad que no le pertenece, porque esta naturalmente echa para obedecer aquello que esta echo para mandar? De ahí, diremos, que ese desorden y de esa perturbación nace la injusticia y la intemperancia, la cobardía y la ignorancia. En una palabra todos los vicios. Ciertamente. -puesto que conocemos la naturaleza de la justicia y de la injusticia, asimismo conocemos la naturaleza de las acciones justas e injustas.  –¿como así? –porque hacen respecto del alma lo mismo que respecto del cuerpo hacen las cosas sanas y las nocivas. – ¿En qué? –las cosas sanas dan la salud. Las cosas nocivas engendran enfermedad. –En efecto. –parejamente, las acciones justas producen la justicia; las acciones injustas la injusticia. - indudablemente. –dar la salud es establecer entre los diversos elementos de la constitución humana el equilibrio natural que somete unos a otros. Engendrar enfermedad es hacer que uno de esos elementos impere sobre los otros[A6] , ó sea dominado por ellos, contra las leyes de la naturaleza. –es verdad. –por la misma razón, producir la justicia es establecer entre las partes del alma la subordinación que en ella a querido la naturaleza. Producir la injusticia es dar a una parte sobre las demás un imperio que va contra la propia naturaleza. –perfectamente.
-La virtud es, pues, si así puedo expresarme, la salud, la belleza, la buena disposición del alma; el vicio, por el contrario, es su enfermedad, deformidad y flaqueza[A7] . –así es como dices. -¿no contribuyen las acciones honestas a promover entre nosotros la virtud, y las acciones deshonestas a producir el vicio? –sin duda. –no tenemos pues, mas que examinar si es útil hacer acciones justas, aplicarse a aquello que es honesto, y ser justos, seamos o no tenido por tales, o cometer injusticias y ser injustos, aun cuando no hubiésemos de temer por ser castigados por ello y obligados por el castigo a hacernos mejores. –pero, Sócrates, me parece ridículo que nos detengamos por mas tiempo en semejante examen; porque si, agotado por completo el cuerpo, hicese imposible la vida, aun cuando transcurra entre deleites y honores y en opulencia, con mayor motivo abra de ser para nosotros una carga cuando el alma, que es su principio, este alterada y corrompida, aun cuando por otra parte tuviésemos poder para hacer cuanto se nos antojase.



 [A1]entiendo que asta ahora se puede llegar a la conclucion de que el estado debe ser parejo y aplicar la justicia. y  que a cada individuo que lo formamos el estado asi como que cada persona tenemos un propocito o un fin y que debemos seguirlo y dedicarnos a este  al cien porciento para hacerlo bien ya que si queremos hacer varias cosas en realidad todo lo aremos mal y ni una ni otra cosa estara bien
 [A2]el individuo desde su nacimiento araves de la razon debe ser prudente y valiente segun su espirutu y cuando es prudente y sabe controlarse y es buen rasonador tiene capacidad de hacer su trabajo segun sus facultades no tiende a entrometerse en el oficio de los demas
 [A3]los hobres ya fortalecidos con el goce de los placeres de la vida del cuerpo ahora bien no sera bulnerable y sera fuerte de mente
 [A4]los delitos seran menos culpables pues al existir el adulterio y como ya no se respeta igual a los padres los dioses pierden credivilidad y respeto se pierde mucho y se es facil llegar a malhacer cosas
 [A5]la justicia es lo que a nosotros nos deberia de detener de hacer cosas o cometer delitos y por temor a la justicia no los hacemos
 [A6]yo entiendo que es cuando por falta de justicia o de equilibrio humano dejamos que nasca de nosotros todo lo malo y lo que nos llebara a ser malas personas
 [A7]el vicio nos destruye por completo y nos lleva al fracaso, la virtud por el contrario es esa cualidad en nosotros que ops permite ser cautelosos y la buenas personas siempre y cuando estemos llenos d virtud

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